Entrevista a una Mujer Golpeada - Maria

El día nueve de noviembre del corriente año nos reunimos, tras haberle realizado una llamada previamente pidiendo un tiempo para responder unas preguntas y nos pudiera contar su experiencia sobre los maltratos sufridos, a pesar de lo difícil que le resulta contar por lo que paso, acepto amablemente juntarse con nosotras y ayudarnos con nuestro trabajo. El lugar elegido para la reunión fue su hogar donde nos recibió afectivamente y nos hizo acomodar en la mesa de su living para comenzar la entrevista. Comenzamos con las preguntas ¿hace cuanto tiempo estuviste casa? ¿Tenes hijos? ¿Y cuando iniciaron tus problemas?

“Tengo 30 años y hace 4 años me separe, lo conocí a mi ex esposo a los 18 años y me casamos a los 22, los dos primeros años de casados el ejercía sobre mi maltratos psicológicos,  al tiempo empezaron las agresiones más fuertes, agresiones físicas. Recuerda con tristeza María. Mi autoestima iba disminuyendo me trataba de idiota o que no servia para nada todo el tiempo ya eso era algo normal para mi, era lo mas suave que me decía y me manipulaba de tal forma que no me daba cuenta de sus agresiones. Con el paso del tiempo uno se va acostumbrando y lo aguantas por que lo queres y por tus hijos”

¿Por qué crees que los hombres ejercen violencia sobre las mujeres?

“¿Sabe porque? Porque  no tienen capacidad de dialogar. Golpean los que vienen de una vida frustrada, porque aprendieron que la forma de conseguir las cosas es ejerciendo el dominio sobre el otro. Tienen poder, el poder que da la sumisión. Muchas veces los hombres que golpean a sus mujeres, vienen de una vida muy dura veían como sus padres golpeaban  a sus madres o tenían problemas de adicción y los llevaban a volverse violentos, eran ejemplo que tenían en casa entonces repiten lo mismo”. Nos contó María mientras nos observaba.

¿Cuándo fue la vez que llegaste a un límite y no aguantaste más?

“Me golpeaba hasta que una dice basta, porque si no te das cuenta de que entras en la misma espiral de violencia. Un día  que me pagaba en la habitación me fui hacia la cocina y  agarrar un cuchillo para clavárselo y no importa lo que te pase en la cárcel porque lo único que querés es zafar de él. Pero en ese momento pensé: ‘no vale la pena que por este tipo yo termine en el cárcel’.  Para mi  fin de esta historia comenzó cuando llegue un día tarde de mi trabajo, al día siguiente tenía que presentar un informe. Esa noche mi marido me dijo que no quería que yo siguiera trabajando porque no podía ocuparme de los chicos y la casa. Yo le dije que iba a seguir trabajando sin importar lo que me dijera. Después, él quiso mantener relaciones y le dije que estaba cansada. Me rompió todo lo que había hecho en el trabajo. Me dijo que quería una puta en la cama y yo le dije que si quería una puta que la pagara. Sabía que atrás de eso venía el tortazo. Entonces me levanté, me fui a la cocina. Siguió torturándome, quiso pegarme y como les acabo de contar  tenía un cuchillo en la mano y dije: no vale la pena.”

Luego de contar brevemente su historia y hacer un momento de silencio le preguntamos ¿Alguna vez trato de abusar de vos?

“Si no solo me golpeaba o me insultaba si no que también me obligaba a acostarme con él, yo no quería hasta el punto de darme asco. En ese momento pensaba es como que no existís, no sos una persona, no tenés derecho a nada ni a reclamar nada, y pensas con que derecho tiene esa persona de hacer lo que hace.”

¿Tus hijos presenciaban esos actos?

“Si mis hijos vieron muchas veces cuando el me golpeaba, y trataban de defenderme pero terminaban lastimados también yo no quería eso, una como madre siempre quiere lo mejor para sus hijos y eso no lo era. Además tampoco quiero que cometan los mismo errores que su padre, así aprendían un mal ejemplo, iba a ser como un circulo vicioso que no termina mas porque el día de mañana iban van a formar una familia  y van a cometer los mismos errores que el”.

¿Y ellos que te decían al respecto?

“Ellos conocían a su padre me decían que lo denunciara que ya no aguantaban mas, siempre me apoyaron y sabían que nunca iba a cambiar temían por mi vida. Después del episodio que les conté no aguante mas  me  fui a la habitación, agarré mis cosas y me fui de casa. Le dije a mi hijo que me iba y me contestó: “Mamá, esto lo tendrías que haber hecho hace mucho tiempo”

¿ Lo denunciaste?

“Quienes padecemos estos actos tenemos un miedo que nos aprisiona, aun cuando corre peligro nuestra vida. Yo nunca pensé en hacer la denuncia porque probablemente lo que se me venía después era peor, sabía que la policía no me iba a creer, que me iban a decir que algo hice. Además, cuando haces una denuncia te mandan a tu casa de nuevo. ¿Qué loco, no? Me vuelvo a mi casa con el agresor; en el 2008 hice mi  primera denuncia en un departamento policial, pero no me dieron ningún tipo de ayuda describe María. Nadie me daba una mano por más que lo supieran. Hoy es un tema que se instaló y yo creo que fue porque hubo muchos niños y mujeres que murieron”, sostuvo María.

¿Pensaste en algún momento que el podía cambiar?

“En algunos momentos lo pensé; pensaba que él podía llegar a cambiar por mi y nuestros hijos, pero no cambiaba nunca. Hoy me dice que cambió, que quiere tener una amistad conmigo. Siempre justificó lo que hizo, hasta el día de hoy. Como yo le dije los golpes no tienen justificación. Un hombre violento te dice, después de que te golpea, que lo perdones, que no se dio cuenta y promete que no lo volverá a hacer más. Vos escuchas ese verso y después te golpea de nuevo.”

¿Cambio tu vida después de todo lo que pasaste?
“Cuando me fui de mi casa mi vida cambio dio un giro por completo, me aparte de mi marido violento por surte siempre conté con el  apoyo de mis  hijos, y recibí asistencia profesional. Hoy veo con claridad que soy una persona, antes era cualquier cosa. Hoy veo los esfuerzos que hago para tener lo que tengo. Antes no valía nada de lo que hacía. Al encontrarme a mi misma encontré paz, tranquilidad y la libertad de ser una persona, de poder ser yo. Empecé a valorarme mas a valorar la vida y a mis hijos hoy no dejaría que algo así me vulva a pasar, me esfuerzo cada día por ser una mejor persona por ser una mejor madre y profesional, a pesar de que esto me va a acompañar toda la vida es una etapa que ya supere pero que nunca voy a olvidar”.

Luego de esta amable entrevista y conocer su historia y dolor para finalizar  le pedimos que nos dijera una simples palabras sobre las mujeres golpeadas.

 “Que si todas las mujeres que padecen violencia supieran que existen lugares donde las pueden ayudar y que hay leyes que las protegen, las cosas serían diferentes. Hay miles de mujeres que desconocen que existe otra vida además de la de los golpes. Que no tengan miedo a contar por lo que están pasando, dejen que otros los ayude, porque corre en peligro sus vida que nadie tiene el derecho de tratarlas así. También que hay que enseñarles a sus hijos que tienen que ser buenas personas tratar al otro con respeto. Y que sobre todo  hacernos valorar y no dejar que otros nos humillen”.

 

Análisis:

En la entrevista planteamos como problema, como se vive la situación de violencia  y como se va agravando a lo largo del tiempo contándonos por lo que tuvo que pasar la victima y por que muchas veces no se denuncian estos actos… Tomando como núcleo principal las vivencias de la victima.
En estas preguntas logramos captar varias situaciones importantes a tener en cuenta para entender  por la situación que muchas mujeres pasan al igual que María, quien nos dio respuesta amablemente a nuestras incógnitas y así gracias a ella pudimos resolver el contenido de nuestra investigación.
Dentro de los testimonios que documentamos se encuentran varios momentos de subjetividad expresados en deipticos donde el "yo" aparece 25 veces y la entrevistada cambia de sujeto hablando desde distintos lugares como de la experiencia, la familia, y la moral.
El "yo"  aparece siempre que se formula una incógnita ya que se habla en todo momento de ella y su experiencia.